Ayer la Madre Tierra sumó a sus conquistas al querido Pedro Molina, uno de los últimos artistas sobrevivientes del emblemático “Grupo
Calíbar”. Sus restos permanecerán en el
Museo Octavio de la Colina de la Ciudad Capital hasta hoy al medio día, luego serán trasladados,
al son de cajas chayeras, hasta el
cementerio local .
Enterados de su partida familiares y amigos se dieron
cita en el Museo Octavio de la Colina, para despedirse y homenajearlo. Las instalaciones
del Museo fueron acondicionadas con obras de su autoría.
Un grupo de artistas
plásticos pintaron su féretro, ornamentándolo con brillo y colores
vivos, otros ofrecieron sus
canciones y semblanzas, poniéndole color
a la despedida.
Pedro Molina fue de una camada de artistas que marcaron
la historia en nuestra Provincia, indagando con su obra la identidad
del pueblo. En la década del cincuenta integró el célebre “Grupo Calíbar”. Alguno de sus compañeros
fueron Ariel Ferraro, Daniel
Moyano, Mario Aciar, entre otros.
Como el legado de sus compañeros de “Calíbar” el de Pedro
también trascendió las fronteras, reflejando la esencia de su tierra en
distintos lugares de Latinoamérica y Europa,
pero sobre todo sembrando entrañables afectos en su tierra.
En su paso por la función pública riojana, Pedro Molina, fue
Director de Cultura del Municipio de capital y en su gestión se crearon los
talleres libres.
Foto:
Gentileza
de su amigo Nicolás Bustos
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