lunes, 15 de septiembre de 2014

Setiembre aun aúlla su saldo escalofriante


Por Félix R. Guerrero - Se puede horrorizar a la sensibilidad humana de muchas maneras. La más brutal y primitiva es la destrucción de los cuerpos; la más sofisticada y no menos cruel, es el asesinato de la esperanza de los pueblos y el desarraigo de la solidaridad y dignidad humana.

Las guerras y otros cataclismos producidos por nuestros congéneres han dejado paralizados de horror a los que aman a la paz, y tan solo anhelan vivir amando y disfrutando de este increíblemente bello y diverso escenario que nos legó Adán. Los otros, los dueños del cañón y la metralla, tan solo conciben la existencia humana acaparando, depredando, corrompiendo, destruyendo.

A ellos, a los artífices de la mal llamada cultura occidental, constructores del primer mundo (Así lo llaman ellos), los acuso, por el lamentable estado en que han dejado a la moral y estética de nuestros pobres gobernantes y funcionarios.

Hace unos días asistí a uno de esos eventos políticos-sociales-institucionales, aquí, en La Costa, Anillaco, como quien acude a observar una grotesca puesta en escena del teatro del absurdo. He visto de cerca, a nuestros mártires de la “civilización” impuesta por el poder, disfrazados de perchas, de doctores y licenciados. La indignación pasó a un segundo plano: fue la tristeza la que invadió mi ánimo. Tristeza y desesperanza. ¿Cómo se arregla este desastre? Porque hay que reparar eso.

Ellos tienen familia, necesitan de afectos verdaderos, de un trabajo serio y eficaz para la salud humana completa y requieren de mucho equilibrio para circular confiados por los peligrosos andariveles de la función pública medrando entre la credibilidad de sus vecinos y la conformidad de sus jefes dictadores. Creo que no han nacido para actores, malos actores, mejor dicho. Ellos necesitan y tienen derecho a ser ciudadanos libres y no tener que masacrar su alma para vivir y bullir como cualquier bicho de este planeta. ¿A quién le sirve tanta inhumana crueldad?

Demando de un poco de racionalidad y humanidad a esta prostituta sociedad del mercado mundial y sus gendarmes.

El saldo escalofriante a que aludo, para aportar a la memoria histórica, se trata del asesinato del Presidente de Chile salvador Allende, la masacre en las Torres Gemelas, a las matanzas de la Franja de Gaza y Ucrania, y sigue la lista.

En nuestro país, debo nombrar al saldo que dejó la fiesta neoliberal de Menem y de la Rúa, y que en estos tiempos creció monstruosamente y  se popularizó con el nombre de “los fondos buitres”. Debo aclarar que este odioso apodo deja muy mal parados a los verdaderos buitres (Coragyps atratus), ya que ellos comen carne muerta, respetando la cadena trófica, mientras que los prósperos empresarios de las finanzas se alimentan con la carne viva de la economía de los pueblos.

Uno se nutre de la creatividad de los pueblos para supervivencia de la razón: debo mí vapuleada salud mental a la creatividad de los pueblos, sus hacedores y artistas. Los vecinos de Los Molinos, en su afán de moler trigo, muelen desesperanzas con la fuerza motriz del arte. Hace un par de semanas (30 de Agosto), asistimos al Concierto “Pro Molino Hidráulico”  organizado por el Centro de Animación Socio Cultural del departamento Castro Barros en el Cine-teatro Los Molinos a escuchar un concierto del TRIO DE CELLO HEISECKE-ALCARAZ-GONZALES, provenientes de Chilecito. (Foto)

Los Cellos sonaron magníficos e invictos dando vida a las obras de Bach, Boccherini, Popper, Solare, Davidoff, Villalobos, Mendelsshon, Juan de Dios Filiberto, clásicos y temas populares de Peteco Carabajal y el chuqueño Ramón Navarro. Saldo glorioso de Agosto, en La Costa.

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