martes, 29 de abril de 2014

Un ejemplo para la realidad riojana de hoy


Por  Juan “Alilo” Ortiz - Como tantos otros riojanos, acabo de conocer, primero con sorpresa y después con inmensa alegría, la actitud asumida por nuestro Obispo y su grupo de colaboradores ante el ya prolongado conflicto, suscitado con el Instituto Superior de Formación Docente “Pedro Ignacio de Castro Barros”. (Además carta del Obispo al Gobernador NdR)

En primer término, centra la cuestión en su aspecto principal: la formación de quienes tendrán la tremenda responsabilidad de formar a las nuevas generaciones de riojanos. En segundo término, levanta la voz para señalar un principio fundamental que poco a poco hemos ido dejando de lado: “el conflicto no puede ser ignorado o disimulado, sino asumido”.

Un criterio propuesto y sustentado por nuestro Papa Francisco. Y en tercer término, superando la crítica fácil, asume la actitud de aportar su granito de arena para superar el problema, aunque ello afecte algo tan “sagrado” para los riojanos como es el santuario de San Nicolás. Y aunque no es lo ideal, añade “pongo a disposición las aulas de la Pío XII”.

Una verdadera lección, no en la línea del bla bla y los consejitos, sino concreta y contundente, que ojalá todos, TODOS, le prestemos una profunda y comprometida atención.

Pero como no puedo con mi genio, esta actitud del obispo y sus colaboradores me sonó algo conocido. Por un lado, me recordó aquel pasaje del Evangelio de San Mateo (capítulo 14) cuando los apóstoles le plantearon a Jesús el problema “este es un lugar desierto y esta gente necesita comer”.

Pero como el problema no es nuestro sino de ellos “despídelos para que vayan a otra parte a comprarse alimentos”. Ya conocemos el final de la historia: “pongan lo que esté al alcance de ustedes y la solución llegará … cinco mil personas saciaron su hambre y sobraron 12 canastas”.

De lo que también me acordé es de un caso de 1829. Córdoba atravesaba un grave problema: se estaban quedando sin alimentos, porque los hombres habían dejado de sembrar maíz, zapallo, poroto, etc. para ir a los campos de batalla. Castro Barros, a cargo de la diócesis, se dirige al gobernador Paz diciendo: “El diocesano no puede ser un frío espectador de las gravísimas urgencias del Estado.

En esta virtud, sobreponiéndose a las molestas críticas de la muchedumbre ignorante o maliciosa, ha determinado que pasen a la caja principal (del Estado) en calidad de empréstito, para prendas o garantías, todas las piezas de plata menos necesarias al culto”.

También él centra la cuestión en el aspecto principal (la gente necesita comer) levanta la voz para señalar el principio fundamental (el problema es de todos los que integramos esta sociedad, no podemos quedarnos mirándolo como curiosos y criticando desde la vereda del frente: debemos asumir el conflicto) y decide sumar su granito de arena en procura de una solución (ofrece lo que tiene, en este caso objetos destinados al culto), sin importarle las críticas “de la muchedumbre ignorante o maliciosa” (si el gobernador Paz era unitario o federal, cuestión que algunos historiadores continúan discutiendo e interpretando su actitud como apoyo al “unitario”… si Beder acertó o se equivocó en el destino del viejo edificio de la Escuela Normal; si está bien o mal lo del ex edificio del Correo o la demora en la construcción de un edificio nuevo).

Lo realmente importante es posibilitar que los alumnos puedan estudiar, porque está en juego el futuro de La Rioja. ¡GRACIAS! Padre Obispo por su gesto y por la enseñanza que nos deja.

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La Rioja, 24 de abril de 2014.
Señor Gobernador de la Provincia de La Rioja
Dr. Luis BEDER HERRERA
Presente
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De nuestra consideración,

     Tenemos el honor de dirigirnos al Señor Gobernador en relación con una problemática que golpea nuestro corazón de pastores y nos pide una respuesta que contribuya al bien común de esta querida provincia.

     Hemos seguido con preocupación la prolongada protesta de los estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente “Pedro Ignacio de Castro Barros” en su reclamo de una Sede para su institución. Las escenas de desalojo ordenadas judicialmente nos provocan una gran congoja y nos hacen temer por los jóvenes y docentes afectados.

     Sabemos que se están buscando soluciones. Pero no desconocemos la escasez de recursos económicos para afrontarlas así como la situación económica general que aqueja a diversos sectores de la población. Por todos estos motivos, ponemos en su digno conocimiento nuestra decisión de declinar la continuación de las obras de restauración de la Iglesia Catedral iniciadas en tiempos del obispo precedente y cuya primera etapa está concluyendo.

       Agradecemos su deseo de cooperar institucionalmente con la restauración de la Catedral por su significación para nuestra ciudad. Quizá en el futuro podamos terminarla con la contribución voluntaria de la población. De todas maneras, no nos parece lo más importante hoy. Le pedimos que se pueda destinar ese dinero a la oportuna edificación de la Sede del mencionado Instituto de Educación superior.

     Nos enseña el Papa Francisco en su carta La alegría del Evangelio (nn. 226-228). “El conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. (…) De este modo, se hace posible desarrollar una comunión en las diferencias, que sólo pueden facilitar esas grandes personas que se animan a ir más allá de la superficie conflictiva y miran a los demás en su dignidad más profunda. Por eso hace falta postular un principio que es indispensable para construir la amistad social: la unidad es superior al conflicto. La solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierte así en un modo de hacer la historia, en un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida.”

      Como sabemos que esto llevará su tiempo, queremos ofrecer también nuestra parte de ayuda a las dificultades planteadas, poniendo a su disposición en horario vespertino, las aulas del Colegio Pío XII primario, para que  se dicten allí las clases en tanto se finaliza la obra.

      Amamos a nuestra provincia y por eso valoramos la educación y la nobleza del servicio de enseñar para el que se preparan estos jóvenes. Recurriendo a las palabras del poeta decimos “qué lindo oficio, magia del pueblo en las aulas,  milagro de alfarería, sonrisa de la mañana “

     Pedimos a Dios la bendición de Dios para que todos, gobernantes y ciudadanos, convivamos en paz, ejerzamos en libertad y respetuosamente nuestros derechos y luchemos sostenidamente por el progreso material y espiritual de todos y cada uno.

     Que San Nicolás interceda ante nuestro Padre Dios por quienes conformamos este maravilloso pueblo riojano  para que podamos ver con alegría la feliz prosecución de tantos esfuerzos encaminados a consolidar en nuestra provincia el dinamismo de la educación en sus distintas ramas y niveles.

       Con nuestra consideración más respetuosa en el Señor.

Marcelo Daniel Colombo, Padre Obispo y Presbiterio de La Rioja

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