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Este martes comenzaron, en la ciudad de Aimogasta, las audiencias en el
marco del juicio por la muerte de Belén Brizuela, una joven asesinada en
noviembre de 2011. En el recinto hubo cerca de 50 personas entre ellos los
padres y hermanos de la víctima. El único imputado, el suboficial Horacio
Lucero, se negó a declarar. AUDIO
Uno de los testimonios relevantes fue la declaración del
Dr. Salas, médico forense que “determinó primariamente, e inclusive antes que
se realizarán las pericias de balística que el arma que tenía cartuchos AT, que
bien sabemos no es letal entre los 10 y 20 metros, aunque en este caso; el
policía bajó directamente con una distancia de los jóvenes de 2 a 3 metros de
donde se encontraban”, señaló la doctora Ruth Borda, representante de la
familia Brizuela.
Las pericias establecieron que “el arma fue disparada de
abajo hacia arriba, en un ángulo de incidencia que coincide con el tatuaje que
tiene la víctima”, y agregó que los estudios determinaron que Belén murió producto
“de una explosión de estas postas de goma en la zona anterior de la cabeza,
donde se le sacaron seis postas que no tienen lugar de salida y produjeron el
estallido craneal con pérdida de masa encefálica”.
Otro testimonio importante fue el brindado ayer,
miércoles, por el comisario a cargo de la seccional Aimogasta cuando se produjo
el asesinato de Belén, "quien no supo dar respuestas de porque, por
ejemplo todos los oficiales a su cargo se encontraban en ese momento realizando
servicios adicionales. El comisario no sabía el orden de tiro ni las distancias
de tiro, a cortas distancias, ni detalles de la organización de la fuerza a su
cargo", explicó Borda.
En los dos primeros días de juicio se escucharon más de
15 testigos, y la defensa presentó falso testimonio.
Fuente: Radio Voces
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