miércoles, 6 de marzo de 2013

AL SALIR DE LA CUEVA



Por Félix Guerrero - Estábamos reunidos en casa de Tacho en la localidad de Los Palacios, departamento Felipe Varela, Provincia La Rioja, conociéndonos, reflexionando y proyectando, en un Encuentro de Radios Comunitarias de la provincia. Los Palacios es el  lugar donde está en trabajos de parto la emergente RADIO COMUNITARIA FM LA CUEVA.
 

“El hombre se maravilla del mar infinito,
 de las aguas que corren y de la vista del cielo,
y olvida que el propio hombre es la más maravillosa de todas las maravillas”.
SAN AGUSTIN

No sabemos a ciencia cierta si este será en nombre que quedará, pero nosotros estábamos encovados allí y en la madrugada del segundo día, salí a caminar por las orillas del Río  Bermejo, encontrando enredadas en las breas unas hojitas de un apunte de Antropología, las que aportaron en antepuesto epígrafe. He aquí algunas de mis impresiones:

Estoy de acuerdo  en parte con sus aseveraciones, absorto santo, pero cuando un hombre se encuentra de pronto en un escenario natural, imponente en su pureza y poderosa majestad; cuando ese hombre ha recuperado despertares de gallos eternamente asumidos en su responsabilidad de garantizar  el nacimiento de cada aurora; cuando ese hombre se ha liberado por un momento de la maldición apocalíptica  de la industria postmoderna y se encuentra en las orillas del río que acompañó su infancia y lo descubre increíblemente intacto, siente que es una pequeña partícula de conciencia emocionada y empapada de amor.

Precisamente cuando vemos que toda esta naturaleza  maravillosa está en riesgo, en  grave riesgo de desaparición por causas de la desmesurada ambición humana, discrepamos con el santo y desconsolados de zozobra decimos que el ser humano, lejos de ser la más maravillosa de las maravillas de la creación, es una criatura monstruosa.

Ya más calmados, decimos que no todos somos criaturas monstruosas, pero la fuerza humana destructora o depredadora que tiene hoy ese poder nefasto, son una insignificante minoría, pero con el poder de convertir en cómplice a todo aquel que busca ser feliz consumiendo productos ajenos a nuestras necesidades vitales.

Las mujeres y hombres prehistóricos dibujaron sus manos y la silueta de los animales que les sirvieron de alimento en sus cuevas y salieron al exterior a conquistar al mundo.

El grupo de entusiastas hacedores de Radios Comunitarias, alentados por la Nueva Ley de Radiodifusión, dejamos la simbólica “cueva” de la flamante radio de los compañeros de Los Palacios y salimos fortalecidos para seguir difundiendo el íntimo sentido de la vida y del compromiso con ella, la alegría de trabajar juntos y la fe compartida.

La Radio, para todos nosotros, es una extensión de nuestros corazones, así como la audiencia es un oído que a veces se extiende como un brazo solidario predispuesto para el abrazo fraterno en la construcción de un mundo más sano para todos.

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