martes, 29 de enero de 2013

SI FUERA ENTONCES LA HERMANDAD


Por  Félix R. Guerrero - Un árbol desgajado por el temporal, una casa abandonada y en soledad, a quien abría de culparse: cosas del tiempo  meteorológico y del tiempo de las arenas en los relojes implacables; una esperanza trenzada con los cabellos del viento, un porvenir desbaratado por el dispendio. A quien abría de culparse: a la perdida hermandad.


De punta a punta de La Costa, desandando caminos, calles y plazas, percibimos la muda queja en las cicatrices del tiempo y de los malos gobiernos, en estos días del siglo XXI.


Pero hubo un tiempo en que los costeños, uniendo como hermanos sus manos y sus anhelos, construyeron los caminos, las defensas contra la creciente, los canales de riego, las paredes de los cementerios y las canchas de futbol. Pero ese tiempo pasó.

Hoy habitan nuestros pueblos gentes semejantes a ti y a mí, una mujer, un hombre, un viejo, un niño nacido o por nacer, un poco incrédulos del devenir. Hoy habitan los fantasmas en la Biblioteca Pública de Anillaco cerrada a los humanos desde hace ocho años. Hoy habita la vergüenza amordazada de los que claudicaron ante el poder obsceno, a cambio de un guiño cómplice y un regalo infame.

Pujllay asoma su cara mojada por temerosas lloviznas, nostalgioso de topamientos en burro, de caras enharinadas, de ráfagas de harina con aroma de albahaca, de cajas chayeras tristes, profundas y alegres a la vez. Será un carnaval de los pobres este carnaval, pero no auténticamente pobre, no dignamente pobre porque los pobres de hoy no son consecuencia de la pobreza económica del Estado, sino de la pobreza moral de nuestros gobernantes; hoy hay brotes de prosperidad y adelantos en algunos pueblos costeños, pero esa prosperidad no es la prosperidad de los costeños. Vemos viñedos, bodegas, en reemplazo de los viñedos de los abuelos; criaderos de esturiones y otros emprendimientos solventados por el Estado. Pero el exiguo beneficio en mano de obra no alcanza a cubrir  ni siquiera la cuarta parte de la desocupación (si consideramos como desocupados sub-subsidiados a los que viven de un “plan jefe” del Estado).

Las autoridades municipales y diputados ya no miran como a hermanos a sus gobernados, sino como a piezas inertes que sirven de escalón para ganar poder. Un escalón pacifico que se conforma con mentiras y mentirosas palmadas de afecto en el hombro.

¡Si fuera posible la hermandad entre nosotros todos, todos los niños nuestros sobrinos, nietos y primos bienamados, cuan bella será la convivencia, cuan promisorio el futuro, aun en la adversidad, cuan dulce el consuelo ante la partida de los que se van!

1 comentario:

  1. Sr Felix:que apreciaciones mas ciertas!y el tiempo pareciera que arrastra al olvido estas injusticias naturalizandolas sin entender.Ud que demuestra un razonamiento logico sabra comprender que esto que esta instalado en los gobernantes no es otra cosa que ausencia de cultura y sentido comun.haga un repaso por los inoperantes que tenemos cerca en nuestro municipio.asi estamos como estamos.mi optimismo me lleva a creer en un futuro mejor,con gente que piensa como Ud.con claridad,desterrando la obsecuencia,el amiguismo barato,la maldad inhumana,la que hace sangrar dia a dia a aquellos humildes,carentes aveces hasta de un pedazo de pan.la fe de un pueblo dice que DIOS HARA JUSTICIA.desde la distancia le acerco un abrazo y lo aliento a continuar reflexionando sobre nuestro querido suelo costeño

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